Política Al Margen
Por Jaime Arizmendi
*Pega Covid a
Universidades Privadas
*Sader y Pandemia en
Latinoamérica
Argonmexico / Yo
solo sé, ¿Que nada pierdo, UVM?… Impacta nuevo coronavirus a
universidades privadas. La matrícula caería hasta 30 por ciento. Por ello, 10 ó
15 de cada 100 instituciones privadas de educación superior en México,
cerrarían sus puertas; cuando miles de estudiantes abandonarían sus estudios el
próximo ciclo escolar, a causa de la pandemia.
Dicho porcentaje de
escuelas privadas no superarían la crisis y cerrarían, alerta José Antonio
Llergo Victoria, secretario general de la Universidad Popular Autónoma del
Estado de Puebla (UPAEP), al advertir que la crisis tendrá un efecto negativo
en las aspiraciones y posibilidades de jóvenes, para seguir estudiando en
instituciones de educación superior privadas, o para iniciar su formación.
A nivel nacional, la
matrícula de universidades privadas representa casi 40 por ciento de la
matrícula en educación superior. La implicación en porcentaje es muy alta. Si
10, 20 ó 30 por ciento no pueden continuar sus estudios en una universidad
privada, muchos buscarán la educación pública. “Un primer problema que tendríamos
que enfrentar como sociedad, es que la oferta pública también es limitada por
los espacios que ofrecen estas universidades”.
Según los últimos
datos, un millón 655 mil jóvenes estudian en instituciones y universidades
privadas. La Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación
Superior (FIMPES), agrupa a 111 instituciones de educación superior, con una
matrícula de casi 750 mil alumnos. El resto se distribuye entre otras dos mil
710 instituciones.
“Somos un sector muy
heterogéneo en México (las universidades privadas), hay un sinnúmero de
posibilidades y una gran oferta educativa. Esto permite a los jóvenes y a sus
padres tomar diferentes decisiones, de acuerdo a sus posibilidades y,
aspiracionalmente, a sus gustos y preferencias”, refiere el funcionario de la
UPAEP.
En este marco, resulta
indudable que la pandemia tiene un efecto en las aspiraciones y posibilidades
de los estudiantes, en algunos casos; pues “se han tomado decisiones en familia
respecto a la continuidad o no en este periodo escolar, que viene sobre sus
estudios”.
Un ejemplo, la
Universidad La Salle, con una matrícula de 12 mil estudiantes, prevé que para
el próximo ciclo escolar cinco ó 10 de cada 100 de sus alumnos, aún con los
apoyos ofrecidos por la institución, tendrían dificultades para pagar sus
colegiaturas. A pesar de que la institución no aumentará sus cuotas para el
siguiente ciclo escolar.
“Es una situación
inédita. Nunca habíamos vivido esto en esta dimensión. Prevemos una disminución
en nuestros alumnos de nuevo ingreso, pero también pensamos que podemos captar
a una parte de esos estudiantes que no podrían tener acceso a universidades que
son de igual prestigio como nosotros.
En este contexto, Alma
Maldonado, especialista en educación superior, planteó que, si bien es posible
esperar que algunos estudiantes migren de unas instituciones más o menos
consolidadas, a unas más baratas o a la universidad pública; la otra
posibilidad es que deserten o interrumpan sus estudios, “lo cual también es un
panorama terrible”.
Ante este panorama, dos
fenómenos cruzan el tema social: por un lado, los estudiantes que no puedan
seguir inscritos en este nivel. Por otro, los que no quieran pagar lo
suficiente; también puede ser un fenómeno que va a existir, sobre todo porque a
partir de ahora, las clases van a ser en línea por un tiempo, “no se sabe
cuánto”.
Con todo, habría que
plantear algunos programas o alianzas para los estudiantes en riesgo de
abandonar sus estudios universitarios, o de ni siquiera poder iniciarlos como
consecuencia de la pandemia.
Actualmente, se
desconoce cuántos no regresarán al siguiente ciclo: los estudiantes que no
puedan pagar, o decidan tomarse un año. Entonces, cuando se interrumpe la
trayectoria escolar, siempre existe ese riesgo de interrumpirla y no volver.
En tanto, la Universidad
del Valle de México (UVM), nada hace por mantener o recuperar a
quienes integran su matrícula y su comunidad académica. Y nada, es nada. Menos
aún, cuando parece que se han dedicado a despedir a su personal docente y de
servicio. Sólo quien carga el cajón, sabe lo que pesa la Covid-19.
Quien reparte y
comparte, ¿Le toca la mayor parte?… Convergen
acciones países de América para garantizar sistemas alimentarios, comercio y
seguridad alimentaria. Fue el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos
Arámbula, quien presidió la Segunda Reunión Hemisférica de Ministros y
Secretarios de Agricultura (virtual), orientada a compartir políticas, acciones
y planes para enfrentar el impacto de la pandemia del Covid-19.
Representantes de las
34 naciones de América y de 13 organismos internacionales coincidieron en que,
en el contexto de la pandemia de la Covid-19, los sistemas alimentarios están
cambiando en todo el mundo y, al no haber evidencias científicas de contagio
por los alimentos, es momento de fortalecer la dinámica productiva y comercial
a nivel global.
Con la coordinación del
Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO), el Instituto Interamericano de Cooperación para la
Agricultura (IICA), y las naciones del hemisferio, el titular de la Sader
subrayó la importancia de fortalecer diálogo y consulta hemisférica, en
atención a la contingencia sanitaria y las medidas que se deben prever para la
postpandemia.
En el encuentro
virtual, sostuvo que trabajo conjunto y cooperación son fundamentales para
mantener comunicación e intercambio de información, favorecer el comercio
internacional de alimentos y materias primas agrícolas, sanidad agropecuaria e
inocuidad de alimentos, continuidad de cadenas agropecuarias en mercados
nacionales, y el apoyo de políticas a productores agrícolas pequeños y
medianos.
Es contar con los
elementos necesarios para reactivar a los países en el período de postpandemia,
la atención del comercio agrícola internacional, sanidad agropecuaria e
inocuidad de alimentos, abastecimiento interno y seguridad alimentaria, en el
corto, mediano y largo plazos.
Del Tratado de Libre
Comercio México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), previno que representará para
la región un mecanismo de oportunidades comerciales, al ampliar la inversión
hacia una agricultura más productiva y sustentable, y se contribuirá a
garantizar la seguridad alimentaria.
Se crearán empleos en
el medio rural, se desarrollarán capacidades productores-trabajadores, y se
fortalecerán las cadenas de producción, como nueva etapa para los sectores
agropecuario y pesquero de la región, y oportunidad de trabajar en conjunto
para integrar el mercado en forma complementaria. No todo está perdido. ¡Ni
la suerte!…
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